Endeudamiento familiar

Endeudamiento familiar

Endeudamiento familiar

El 27 de julio el Banco Central anunciaba con mucho entusiasmo la liberalización de 20.4 mil millones de pesos del encaje legal para ser prestado a una tasa módica y fija por cinco años.

Se beneficiarían de esa gracia las pequeñas y medianas empresas, los exportadores, la manufactura, el agro, viviendas y lo que simplemente se llama “consumo” (fundamentalmente compra de vehículos).

De todos esos millones, se consumieron en cuestión de pocos días los 2.5 mil millones para compra de vehículos, lo cual indica una vocación voraz para el consumo.

Las otras partidas se mostraron tímidas. A esos sectores productivos se les reservaron 18 mil millones del encaje legal a tasas preferentes, pero once mil millones todavía quedaban libres hace poco más de una semana.

Vamos a ponerlo más claro: los fondos para actividades no productivas (el consumo) se fueron volando, pero los que estaban destinados a generar riquezas se quedaron esperando interesados.

Las familias, como los gobiernos, deben cuidarse de no crear una sensación de bienestar sustentada en el crédito, porque esas son burbujas que siempre explotan.

Está bien que vigilemos la calidad del endeudamiento público, pero no está mal vigilar también el endeudamiento familiar.



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