En torno a un artículo de José Mármol ( 2 de 5 )

En torno a un artículo de José Mármol ( 2 de 5 )

En torno a un artículo de José Mármol ( 2 de 5 )

Confieso que debo estar tan confundido (o más) como el votante (casi digo elector) norteamericano de su “paradoja”, pues no entiendo la virtud histórica “de ser gobernado por una mujer, seguido de un presidente afroamericano” (con Nobel y todo, debió agregarle para ser más convincente).

Tal contundencia que no necesita ni argumento ni adjetivo (como su democracia), aunque yo solo veo el mérito de que es “una mujer” y “un afroamericano”, y con mi escasa formación no quiero embarcarme en especulaciones sexistas o de razas, prefiero esperar a que el autor se lo explique al votante norteamericano y al “resto del mundo” para que no vuelvan a “tirar por la borda la oportunidad histórica” si se les presenta de nuevo; pero ya teniéndose la impronta de que “la mujer”, derrotada primero y subalterna después del “afroamericano”, ya tenía una experiencia de Estado que quizás el votante vio como un peligroso lastre para su país y por extensión, para la humanidad.

Con su sensibilidad de poeta yo esperaba encontrar en su artículo, algún bálsamo de aliento (ya no con explicaciones porque no hay explicación que valga, aunque el “afroamericano” ha dado algunas, no con más guiones de Hollywood, de CNN, de History Channel o de cualesquiera de las otras corporaciones mediáticas) para llevar alivio a algunos males cotidianos que afligen a Estados Unidos y a la humanidad, y que cualquier sociedad organizada en democracia y justa, tiene las herramientas para solucionar (si las dejan) pero aún permanecen y la impotencia los plantea de forma de sencillas preguntas: ¿por qué mueren tantos niños masacrados por las armas?

Desde hace mucho tiempo (quizás post Vietnam) malvados desquiciados entran a las escuelas americanas a matar, en los países que destruyen las guerras, o en la fosa común en que se ha convertido el mar Mediterráneo (¿otra vez?) de gente que huye de sus países destruidos por la OTAN, bajo la égida de Estados Unidos y compuesta por países civilizados, ricos y que se venden como pacíficos.

¿Por qué si es tan evidente el deterioro galopante a que está siendo sometido el planeta, donde todos somos culpables (los ricos por sus excesos y los pobres por sus precariedades) y quienes tienen el poder de pararlo hacen todo lo contrario? En Estados Unidos desde 2008 se inició un proceso de extracción de petróleo por fracturación hidráulica donde amplias regiones están sembradas de torres inyectando millones de galones de agua y productos tóxicos que contaminan el subsuelo, aguas subterráneas y todo el ambiente cercano causando graves enfermedades a los habitantes de esas regiones.

Hace unos 30 años la pobreza azotaba a los países “en vía de desarrollo” que eran explotados en sus recursos por los países ricos. Hoy esos países ricos ven empobrecer a la mayor parte de su población con el consecuente deterioro de todas las condiciones de vida, ¿cuántos millones de ciudadanos de clase media y media baja han ido a la pobreza y a la indigencia?

Algunos dicen que el 1%, otros que el 3 %, pero para ser conservador digamos que el 10 % de la humanidad ha acumulado más riqueza y poder que el restante 90 %.

Estados Unidos tiene la población carcelaria más grande del mundo y está compuesta en su mayoría por afroamericanos y latinos, y muy frecuentemente mueren por brutalidad policial o uso excesivo de la fuerza. (El lector sabe que la lista de problemas sería interminable).

El autor podría buscar datos para analizar por qué perdió “la mujer” (aun cuando degradaron tanto al contrario) para crecerse en la derrota, en vez de seguir pregonando miedos. Seguro que no podrá consultar en los archivos de la candidata, pues tal vez ella tenía ese material en los treinta mil y tantos de los correos que un martillo, que siendo “un peligro inconmensurable para el resto del mundo”, “antidemocrático”, “del instinto primario”, “soez”, “insensato”, “amoral”, “misógino”, “xenófobo”, “nacionalista racista”, “estulticia”, “por odio al orden”, “en beneficio propio”, destruyó.

Tal vez sería mejor esperar a que “el afroamericano” dé soluciones a todos esos problemas y a los que él prometió solucionar (todavía le queda mes y algo). Recordemos que él ya tiene un Nobel (por adelantado, por toda la confianza que motivó) y debe tener a punto esas soluciones, a menos que él crea, y los que le creyeron, que se le dio por ser “un presidente afroamericano” en los EE. UU. (será una gran paradoja, pero no mérito suficiente para un Nobel).

Yo creo que él se ha tardado más por estar trabajando con una sola mano teniendo el Nobel en la otra para devolverlo si no lo honra (recuerde que él es muy creíble), por eso creo que él merece que esperemos.

A propósito, al principio, a Bob Dylan no le entusiasmó mucho el Nobel que justamente le otorgaron (quizás porque tenía el galardón por muy devaluado), pero pronto se dio cuenta que cada quien es quien honra el suyo y solo sirve para eso, para honrar, y quizás por eso es de los pocos papeles que no entran en la poderosa alquimia de Wall Street, donde se le agrega valor y se especulan desde “hipotecas y bonos basura” hasta Bonos del Tesoro.

Por eso todavía se están preguntando por qué no pudieron agregarle “valor” a “la mujer” para vendérsela al votante norteamericano.

Pero lo que más les preocupa es el gran capital invertido (tanto que bajaron sus índices) y ahora tienen que quedarse con ese capital pasivo o como candidata perdedora y esto quizás los tenga inquietos.

*Por J. M. Ciprián



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