En el saco del olvido

En el saco del olvido

En el saco del olvido

Hugo Lopez Morrobel

Muchos hombres y mujeres que se destacan en cualquier actividad aseguran que no les interesan los reconocimientos porque no trabajan con ese objetivo.

Sin embargo, son escasos los que los rechazan cuando alguna entidad los selecciona con esos fines, mientras otros se pasan la vida haciendo hasta lo imposible por obtenerlos, sin que obtenerlos.

En la historia hay personas que han realizado grandes aportes a la humanidad, y lamentablemente han sido ignorados, mientras que algunos han obtenido reconocimiento años, y hasta siglos después de la muerte.

En los deportes, los casos que más me han llamado la atención en ese aspecto lo han protagonizado dos boxeadores: Joe Louis y Cassius Clay.

El primero fue un luchador incansable de los derechos de los negros, al punto que en aquella época difícil acudió a la Suprema Corte de Justicia para reclamar el derecho, tras botarlo del campo, que tenía de participar en un torneo de golf en la ciudad de San Diego, caso que se dilucidó y del que salió victorioso.

Luego, en la Segunda Guerra Mundial en una carta que envió al Presidente de su país, le manifestó en que no iba a seguir realizando exhibiciones a las tropas si no dejaban que los negros asistieran a las mismas.

Murió siendo perseguido por el gobierno por deudas de impuestos, después de haber pagado millones por ese concepto.
No fue hasta después de su muerte cuando el presidente Ronald Reagan le reconoció todos sus méritos y ordenó enterrarlo en el cementerio nacional de Arlington.

El segundo caso es el de Cassius Clay, que también ha sido histórico, tras oponerse a ir a la guerra de Vietnam sufrió todos los vejámenes posibles, al punto de ser despojado de su título de campeón de los pesados y enviado varios años a la cárcel.

Varias décadas después fue distinguido por sus aportes a la lucha por la igualdad de sus compatriotas, siendo hoy respetado por todas las sociedades del mundo.

El cubano Orestes ‘Minnie’ Miñoso, quien realizó aportes importantes al ser el primer latino que ingresó a las Grandes Ligas, falleció el pasado domingo con la esperanza de que sería inmortalizado, cosa que no sucedió.

Sin embargo, es casi seguro que esa aspiración de este excelente jugador se haga realidad en los próximos meses. Ese reconocimiento es de justicia, porque se lo ganó.



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