En comunidades del sur mucha gente es iletrada

En comunidades del sur mucha gente es iletrada

En comunidades del sur mucha gente es iletrada

Cachote, Sierra de Bahoruco.-Odalis Torres sonrió, consciente que era el foco de atención de los visitantes al verla rodeada de siete hijos y otro que viene en camino, a pesar de que recién cumplió los 42 años de edad, aunque aparenta que supera las cinco décadas de existencia.

Leandro, su hijo de 10 años, miraba con recelo, mostrando una timidez espectacular. El niñito, al igual que la casi totalidad de los habitantes de las comunidades que habitan la sierra de Baoruco Oriental, no sabe leer ni escribir.

 Un aro de una vieja bicicleta clavado en un árbol de pino sirve de cancha  a niños y jóvenes para lanzar bolas, simulando la práctica del baloncesto.

  Y es que los habitantes en las frías comunidades de Cortico, Guayuyal y Cachote, enclavadas en la escarpada sierra de Baoruco Oriental, son los “garantes” del abastecimiento de agua para alrededor de 400 mil habitantes de las provincias Barahona y Pedernales, pero carecen de la herramienta básica para la generación de conciencia acerca de fenómenos sociales: la educación.

 Al igual que en los tiempos en que el cacique Enriquillo, en la época de la Colonia anduvo estas montaña y resistió al poderío español, sin ser vencido, actualmente los habitantes sobreviven en un mundo primitivo.

Pero las alrededor de 200 personas dicen no sentir envidia de la “modernidad” de la otra civilización que dista 32 kilómetros, descendiendo hasta el municipio de Paraíso, de la provincia Barahona.

Confiabilidad

 Los campesinos, además de la evidente pobreza, exhiben amabilidad y confianza hacia el visitante. En las primeras horas de la mañana se siente una temperatura fría, menor a los 15 grados centígrados durante casi todo el año.

  A los lejos se observa el candado en la puerta de la escuela, sin uso por la falta de un profesor; los empleos casi son inexistentes, cuando no operan las brigadas del Ministerio de Medio Ambiente; carecen de electricidad y de un centro de salud.

 Solamente aquellos que “han bajado” al pueblo conocen un televisor, y la mayoría se entera de lo que sucede en el país y el resto del mundo a través de pequeños radios que funcionan con baterías.

 Ninguno goza del “privilegio” de más de una comida, porque las labores agrícolas, estilo conuquismo, apenas permiten una durante el día y la noche, si la cosecha no se ve afectada por plagas o los frecuentes incendios forestales.

 El transporte se realiza mediante la utilización de caballos y mulos. Cuentan con un solo vehículo de motor, el cual tarda casi seis horas para llegar al municipio de Barahona.

Un total de 42 niños y niñas esperan que algún día un maestro o maestra decida asumir la tarea de la enseñanza en la escuela rural construida con recursos del “Proyecto de Restauración Ambiental y Social de la Sub-cuenca del Río Cortito”, afluente del río Nizaíto, financiado con fondos del gobierno de la República de China en Taiwán.

Medio Ambiente y Taiwán

 Esta iniciativa se ha convertido en la única esperanza real para que estas familias dejen de lado el primitivismo y la pobreza, cuyo impacto beneficiará a 14,500 personas en las provincias Barahona y Pedernales. Conllevará una inversión global de RD$20 millones.

Hasta el momento se han reforestado 4,900 tareas de la meta de 6,000, mientras miles adicionales están captadas para continuar realizando esa tarea.

Otras acciones que se llevan a cabo son el control de  incendios forestales, introducción de la producción de miel de abejas, capacitación al personal del Ministerio de Medio Ambiente de la zona en labores de protección y control forestal, así como el manejo de desechos sólidos y aguas residuales.

 Ante el ministro de Medio Ambiente,  Bautista Rojas Gómez, quien visitó el lugar, el ingeniero Marciano Moreta, de la Sociedad Ecológica de Paraíso, expuso cada uno de los problemas de las comunidades. El funcionario, de inmediato, prometió canalizarlas para solucionarlas.

Un monumento natural

En el caso de la comunidad de Cachote,   situada en el bosque nublado de las alturas de la sierra, con alrededor de 30 familias, una

porción de su territorio está incluida en el Monumento Natural Padre Miguel Fuerte. Constituye un paraíso para los observadores de aves, de las que ya se han reportado más de 30 especies.

En ella nacen los ríos Cortico y Nazito, los cuales suplen de agua a un canal que irriga alrededor de 75,000 tareas en los municipios de

Enriquillo y Oviedo. Esa cuenca también es el nacimiento de los ríos Palomiro y San Rafael.

En ruta terrestre, desde antes de llegar a la cima, hay unos 20 kilómetros tapizados con helechos, bromelias, orquídeas, manaclas y ébano verde. Suele haber una diferencia de entre 8 y 12 grados entre la temperatura de “abajo” y la de Cachote. La estadía es posible en su Centro de Visitantes: “Canto del jilguero”, manejado por una microempresa comunitaria, el cual posee varias cabañas con capacidad para entre 9 y 12 personas cada una.

Las noches son un poco frías y agradables, con el sonido de la naturaleza, la ligera lluvia, las aves y otras especies que relatan un concierto inductor a un sueño plácido y acogedor.

En toda el área se garantiza la continua sinfonía celestial del jilguero y las decenas de especies de aves que pululan por doquier. 



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