Empresarios, despertad

Empresarios, despertad

Empresarios, despertad

Me inspira Tim Cook con la lapidaria expresión: “Uno quiere ser la piedra en el lago que genere una onda expansiva de cambio”.

Y esa voz del empresario de Apple me lleva a reflexionar sobre el empresariado dominicano, su anquilosamiento, su anomia, su anestesia y su déficit de atención frente a la degradación política y el socavamiento del tejido social.

Pero la peor falencia es la falta de cohesión, porque –a decir verdad- se dificulta entender cómo la fuerza por excelencia generadora de riquezas tiene tanta capacidad de dispersión y tan pocos compromisos con el impulso de una agenda de cambios que trascienda las quejas, las denuncias y el “declaracionismonotaprensero”,

¿En qué está el empresariado dominicano? En hacer dinero –y es legítimo-, obsesionado con la curva de rendimiento que satisface a los accionistas, colocado debajo del mango maduro y bajito, en amistades y compadreos con poderes públicos, evadiendo tocar temas “conflictivos” que le representen costos burocráticos y asechando los privilegios de la competencia para demandar una “equidad a la carta”.

Me refiero en específico a las estructuras gremiales, porque individualmente excepciones hay, aunque con la salvedad de que una sola golodrina no pinta verano.

Mientras tanto, una bola de nieve va en crecimiento: desigualdad social, inequidad con elevada concentración de riquezas, débil institucionalidad, baja calidad en el ejercicio de la política, reducida confianza en las políticas públicas consumidores expoliados, falta de cultura de competencia, fallas en el estado de derechos.

En fin, un peligroso cóctel batido pormanos invisibles se encamina hacia el desborde. ¿Corresponde al empresariado asumirtareas propias del Estado? No.

Pero puede ser catalizador, promotor de cambios, crítico, armador de propuestas, referente de buenas prácticas, comprometido, transparente.

Conviene, entonces, asirse a la genuina responsabilidad social empresarial liderando el debate sobre reformas estructurales, influyendo para lograr una sociedad habitable, construyendo nuevas opciones políticas, participando activamente en el cambio. Mañana es muy tarde.

En un cataclismo social y político no hay empresas viables ni riqueza segura. Miremos a Venezuela.



Victor Bautista

Máster en Dirección de Comunicación OBS/Universidad de Barcelona. Egresado de la UASD como licenciado en comunicación. Ha sido alto ejecutivo de medios impresos, de TV e internet. Actualmente es socio director de Mediáticos Consultores de Comunicación.

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