Momentos de tensión y de horror se vivieron en la final de temporada de The Walking Dead, en el que dominaron los enfrentamientos, las muertes y muchos, pero que muchos sustos.
Desde el inicio del capítulo, los brincos de miedo estuvieron garantizados (todavía hoy siento que algún “walker” va a salir por mi espalda en cualquier momento).
Ya están confirmadas dos temporada de esta nueva serie, así que a esperar a ver si valdrá la pena verla. A mí, por lo menos hasta ahora, me interesa mucho.