Elecciones, participación y poder integrador

Elecciones, participación y poder integrador

Elecciones, participación y poder integrador

El país se prepara para un nuevo certamen electoral. Creo oportuno hacer un llamado a la participación y al ejercicio del poder ciudadano.

Los partidos políticos, a través de los cuales articulamos nuestras preferencias electorales, son una representación de lo que somos y creemos, de nuestras fortalezas y  debilidades, de nuestro poder, unas veces amenazante y destructivo, como de nuestras manifestaciones de poder integrador, fundado en las relaciones de legitimidad, respeto, amor, comunidad y personalidad.

La dinámica del poder de los partidos políticos responde a los cuestionamientos relativos a su cambio o constante  evolución, a su poder y a su estancamiento.

De los que concurrirán, algunos conocen ya la vejez, están decrépitos y agonizan. Otros son adultos, pero capaces de renovar su juventud y su fuerza.

Otros son jóvenes y han nacido como adultos. Sobrevivirán y permanecerán aquellos que estén en capacidad de renovarse, revitalizarse y fortificarse.

Sin embargo, para que los partidos, como las demás organizaciones sociales, se renueven y perduren, como instrumentos de participación, sus estructuras de poder interno deben fortalecerse y con ello poder servir de promotores del poder integrador, debe producirse un movimiento que busque flexibilizar las estructuras ancestrales, que disminuya las rigideces de las jerarquías y direcciones, sin que por ello pierdan su esencia y fines, pero den lugar a las fuerzas innovadoras capaces de generar un sólido poder interno, que pueda influir en el devenir social, político y económico de la nación, contando con la participación decidida de la ciudadanía comprometida.

Con nuestra indiferencia se siguen replicando la inoperancia, ineficacia y malos manejos de la cosa pública.

Pero si queremos renovación, cambio y fortalecimiento de los partidos políticos y de la gestión de lo público, ello sólo es posible participando, integrándose y contribuyendo en la construcción con la base institucional que sirva de abono a la democracia y sustente el desarrollo.  

En democracia, la única forma como se ejercen los derechos ciudadanos es a través de la participación, pero esta debe ser responsable e incluyente.

Tenemos que participar activamente en la elaboración de la agenda pública y debemos tener el control de los temas de esa agenda, como lo están haciendo muchos y muchas.



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