Elecciones en Brasil: Jair Bolsonaro y Fernando Haddad disputarán la segunda vuelta, a la que el ultraderechista llega con amplia ventaja

Elecciones en Brasil: Jair Bolsonaro y Fernando Haddad disputarán la segunda vuelta, a la que el ultraderechista llega con amplia ventaja

Elecciones en Brasil: Jair Bolsonaro y Fernando Haddad disputarán la segunda vuelta, a la que el ultraderechista llega con amplia ventaja

El candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil pero deberá ir a un balotaje a finales de este mes al no alcanzar el 50% más 1 de los votos válidos requeridos para imponerse en la primera vuelta.

Bolsonaro, un polémico excapitán del Ejército que ha expresado nostalgia por el régimen militar brasileño, obtuvo 46,07% de apoyo, seguido por el exalcade de Sao Paulo Fernando Haddad, con 29,09%, de acuerdo con los resultados divulgados por el Tribunal Supremo Electoral, con 99,84% de las urnas escrutadas.

Haddad asumió la postulación por parte del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), después de la renuncia a la candidatura del exmandatario Lula da Silva, quien se encuentra preso luego de haber sido condenado a 12 años de cárcel por corrupción.

En número de votos, la diferencia entre ambos candidatos es significativa: Bolsonaro supera los 48 millones mientras que Haddad alcanza a 30 millones.

En todo caso, como ninguno de los aspirantes logró obtener 50% más 1 de los votos válidos, los dos deberán medirse en una segunda vuelta prevista para el 28 de este mes.

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146 millones de electores estaban convocados en todo Brasil para participar en estos comicios, en los que además se escogieron 27 gobernadores, 54 senadores, 513 diputados federales y 1.059 diputados estadales.

A lo largo del día se reportaron largas filas de personas en los centros de votación.

Luego de conocerse los resultados de las votaciones, Bolsonaro dijo que Brasil se encuentra el borde del abismo y que, si vence en segunda vuelta, liberará a los productores de la presión del Estado, bajará los impuestos, reducirá el tamaño del Estado y privatizará algunas empresas.

«No queremos el regreso del tipo de genteque ha traído lo peor de la política al Palacio de Planalto«, dijo en un mensaje en redes sociales en referencia a la posibilidad de que sus adversarios del PT lleguen a la presidencia.

«No podemos dar un nuevo paso a la izquierda», agregó.

País dividido

La polémica destitución de la presidenta Dilma Rousseff en un impeachment del Congreso por manipulación de los presupuestos hace dos años, los escándalos de corrupción como el caso Odebrecht, las dificultades económicas y un auge de la criminalidad han marcado el ambiente electoral en el país, donde se registra un auge de la antipolítica.

Jair BolsonaroDerechos de autor de la imagenMAURO PIMENTEL/AFP
Image captionBolsonaro acudió a votar en una escuela militar en Río de Janeiro.
Fernando Haddad.
Image captionEl candidato del PT, Fernando Haddad, votó en una escuela del sur de Sao Paulo.

«Estas elecciones han mostrado cuán dividido se encuentra Brasil. Los partidarios de la derecha están decididos a no permitir que el Partido de los Trabajadores, que estuvo liderado por el expresidente Lula, vuelva al poder», señaló Katy Watson, corresponsal de la BBC en América del Sur.

«Los electores de izquierda están desesperados para que no resulte electo un hombre a quien consideran como una amenaza para la joven democracia del país. Pero Bolsonaro, un político que promete mano dura contra la delincuencia con leyes menos estrictas para la venta de armas y quien ha hablado con nostalgia sobre la dictadura militar, tiene muchos seguidores», agregó.

Bolsonaro tuvo una participación limitada en la última etapa de la campaña electoral después de ser apuñalado durante un mitin a comienzos de septiembre.

Durante la campaña prometió atacar el crimen y la corrupción.

A pesar de que él mismo ha sido diputado desde 1991, en su discurso ha intentado distanciarse de la clase política con promesas atípicas de designar a militares como ministros. En el pasado, abogó por cerrar el Congreso como hizo Alberto Fujimori en Perú en 1992.

Haddad, por su parte, intentó presentarse como un candidato confiable para los electores que rechazan el estilo y la retórica de Bolsonaro.

«Yo no creo en la violencia, en dictaduras militares o en la restricción de las libertades», dijo en un mensaje en Twitter.

En un discurso después de confirmarse que había pasado a la segunda vuelta, Haddad dijo que que se sentía «desafiado por los resultados, que nos alertan de los riesgos que enfrenta la democracia en Brasil».

«Necesitamos abordar esto con sentido de la responsabilidad. Queremos unir a los demócratas de este país, reducir las desigualdades y lograr la justicia social», prometió.

 

 



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