El vivir fácil no es vivir la vida

El vivir fácil no es vivir la vida

El vivir fácil no es vivir la vida

Nos estamos olvidando de vivir con el afán de la necesidad que tenemos y por conseguir dinero, es tan penoso que nos estamos olvidando de vivir. No me refiero a personas que tienen una economía estable hasta el punto que les permite hacer viajes y no hablar de don dinero porque lo tienen en abundancia. Ese es otro caso penoso, porque esa existencia gira en torno a ellos y conocen todo y cómo se soluciona.

Lo que divide a la población en dos: los que tienen y los que no tienen. Unos solo se preocupan por conseguir lo que sea que puedan conseguir y los otros por satisfacer hasta sus más ínfimas necesidades, sin importar a quien haya que sacrificar. Me faltó otro grupo, que hace lo que sea para parecerse al grupo que no necesita dinero y no vive porque lo que hace es aparentar, sacrificándose hasta donde no se puede.

La clase de personas que trabajan duro, con esfuerzo, que estudian a fuerza de sacrificios, es escasa en esta época. Diez años atrás, por decir una fecha, las cosas no eran así. Aunque la corrupción administrativa gubernamental existe desde casi siempre en nuestra historia, con variaciones y cambios a lo largo de los años y los distintos gobiernos, como también por los protagonistas.

La política y algunos puestos específicos, que son más asequibles al más común de los mortales, han creado una cultura de riqueza súbita ¡Cuánto daño le han hecho a nuestro pueblo dominicano! Lo mejor del caso y lo más triste es que ellos simplemente disfrutan de sueldos de lujo y se olvidan de la población, de donde proceden y de las remuneraciones laborales del país donde ellos viven.

Resultado: una descomposición total de la sociedad, con unas diferencias abismales y personas con un gran poder de adquisición, pero solo eso. En ocasiones su crecimiento en otros sentidos es prácticamente nulo.

La vida es bella y este tiempo cuaresmal puede ayudarnos para reflexionar acerca de las cosas verdaderamente valiosas e importantes que no se compran con dinero, con poder o con grandes cargos públicos o privados… es vivir y es la vida, que es un don de Dios.



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