Un grupo de dominicanos que se resistían a la vida en democracia propiciaron un golpe de Estado en 1963 contra un Presidente electo por la voluntad popular y que gobernaba apegado a la Constitución y las leyes vigentes.

Esa acción cercenó el primer intento de vida en democracia tras la muerte del dictador Rafael Leonidas Trujillo ocurrida en mayo de 1961.

La nación se mantuvo en un estado permanente de agitación hasta que el 24 de abril un grupo de militares se sublevó para reclamar la vuelta a la constitucionalidad, movimiento que en poco tiempo ganó el apoyo de otros grupos de militares y de una parte importante de la población civil.

Cuando los abanderados de la vuelta al Estado de derecho daban señales de que podrían lograr sus objetivos, volvió un grupo de malos dominicanos a hacer de las suyas y facilitó una invasión militar de Estados Unidos.

Hoy se conmemora un aniversario más de esa afrenta a la soberanía nacional y ojalá que sirva de recordatorio del daño que puede provocar el debilitamiento de las instituciones, el irrespeto a las normas democráticas y la confrontación irracional.

La intervención de 1965 fue combatida con hidalguía por una población que se resistió sin temer a que el intruso era la mayor potencia militar del mundo.

Hoy rendimos homenaje a los que no se dejaron doblegar y a los que derramaron su sangre por defender la soberanía pisoteada.