Puerto Plata.-Las aguas ya han vuelto a la normalidad en esta provincia, pero desde el domingo, María Acevedo, de 88 años, no ha regresado a su vivienda porque aún siente temor de una nueva crecida del río Bajabonico, que hace unos días se llevó varias casas.

A pesar de que su hogar quedó anegado, la envejeciente agradece a Dios que salvó su vida y no corrió la suerte de algunos vecinos que vieron desaparecer sus viviendas frente a sus ojos sin poder hacer nada.

“Estoy en esta casa que me la prestó una prima, ya que a la mía no he podido bajar porque aún tiene mucho lodo”, manifestó Acevedo frente a una casucha que le sirve de refugio.

Decenas de afectados

El drama de esta mujer lo están viviendo decenas de sus vecinos residentes en los barrios Villa España y La Yagüita, en Imbert.

Allí 10 viviendas fueron arrastradas por el Bajabonico, luego de más de una semana de intensas lluvias.
A pocos metros de ambas comunidades se encuentra el puente que conecta a Santiago con esta localidad, el cual de continuar las lluvias podría ser afectado en sus cimientos.

La misma realidad de Acevedo y sus vecinos está presente en Los Plátanos y Los Cartones de Montellano, donde las aguas del río Camú alcanzaron más de 4 pies de altura entre las casas de los lugareños.

“Estaba durmiendo con mis hijos y en la madrugada el pequeño patio que tenía detrás de la casa se desprendió”, narró Leonidas de la Rosa. Al recorrer las calles de estos barrios la escena era la misma, colchones y ropas tendidos frente a las casas aprovechando el sol que ayer les visitó luego de una semana de lluvias.

Reforzar muros de piedras

Ante otras posibles inundaciones los puertoplateños que se encuentran en estas zonas solicitan la intervención de las autoridades para que se construyan muros de gaviones (estructuras de malla de hierro con piedras) resistentes en las riveras de los ríos Bajabonico y Camú.

“Queremos que se haga esto cuanto antes, porque estamos ante un peligro inminente”, manifestó Paulino Parra, quien ha tenido que abandonar su casa junto a su familia.

Por otro lado, muchos de los comunitarios visitados se quejaron de que aún no les ha llegado la ayuda de las autoridades.