El ser político

El ser político

El ser político

Hay quienes sustentan la tesis de que ningún proceso de reforma será exitosamente sostenible en el país sin  una transformación previa del quehacer político.

Prefiero denominar  a este ejercicio del pensamiento como una verdad de perogrullo que puede prescindir de toda demostración rigurosa.

Son los actores políticos insertados en los partidos quienes más influyen en el diseño y la ejecución de las reformas. Ellos colocan su sello, que puede impulsarlas o abortarlas.

Por eso hay un paralelismo irrenunciable entre un sistema político degradado y una sociedad cansada de dar vueltas sin encontrar la puerta abierta hacia el camino del desarrollo.

No generalizo. Tenemos políticos que asumen su rol con vocación de servicio, pero los opaca el corporativismo, los paraliza el rentismo, que  no los hace dignos de fiar y los convierte en una amenaza latente.

Aparenta contradictorio que la baja calidad del ejercicio político –trampolín para promociones sociales individuales y generación de patrimonios familiares- se haya enraizado en la medida en que se reafirman las libertades públicas.

 Es un fenómeno realmente complejo que viene aparejado por una apatía ciudadana respecto a la participación en la política y, simultáneamente, por un activismo sin frenos del tigueraje, gente de la más baja estofa que juega a ser líder en partidos hechos feudos.

 

Quizás haga falta -más que una reforma política- un cambio de conciencia que genere un nuevo ciudadano, con un sentido de rentabilidad redireccionado hacia objetivos colectivos y no individuales.

Hablo de un “player” convencido de que vale más la pena apoyar un proyecto político que garantice reglas del juego para fundar empresas que para dar contratas; educación de calidad  y universal más que el pago de colegios de elite con fondos del erario.  Seguridad ciudadana antes que apartamentos encumbrados en una quinta llena de rejas, alarmas y ‘wachimanes’.

En fin, cuando la política sea ejercida para organizar la sociedad, satisfacer sus derechos y dar respuestas a sus necesidades, el cambio será de 360 grados. Lo demás vendrá por añadidura.



Etiquetas