El 80% de popularidad del presidente Danilo Medina y su primer lugar entre los mejores presidentes latinoamericanos retrata de cuerpo entero su talla de estadista y gobernante al servicio de los mejores intereses dominicanos.
La ejecución del 4% para la educación le coloca en un sitial de honor en la historia dominicana a la altura de un Juan Bosch. La construcción de aulas, la formación de nuevos docentes y capacitación de los actuales, la tanda extendida y el almuerzo de los estudiantes será recordado por siglos. El tema de los salarios de los maestros amerita también una decisión suya.
Comparto el planteamiento que los incentivos salariales a los maestros se vinculen a su desempeño, medido en último término por el rendimiento de sus estudiantes, pero no es posible pensar eso desde la base salarial actual que es literalmente una miseria.
Todo maestro titulado debe recibir no menos 30 mil pesos mensuales por ocho horas de trabajo, en el contexto de la tanda extendida, y mientras tanto por dos tandas. Si el profesor tiene maestría su salario de base debería de ser 40 mil pesos mensuales y con doctorado 60 mil pesos.
Sin maestros bien pagados todo el edificio educativo del 4% se desmorona y no encontraremos buenos candidatos para estudiar magisterio.
Salarios como los señalados ahorraría miles de millones en capacitación pagada por el Estado, ya que los maestros pagarían una buena parte de su formación académica mediante crédito educativo. Saquemos el magisterio de la mendicidad o no tendremos buena educación.
