El requerimiento; ¿Sabe usted por qué es católico?

El requerimiento; ¿Sabe usted por qué es católico?

El requerimiento; ¿Sabe usted por qué es católico?

Haremos un esfuerzo para dar a conocer este poco difundido documento, pieza importante en la colonización de América, raíz por la que usted – querido lector- probablemente sea Católico.

Todo comenzó cuando transcurría el siglo VI, y en la España visigoda reinaba Recaredo I, el cual había abrazado la fe Católica y se dispuso a combatir la desviación (‘’Herejía’’) del obispo Arrio.

Derrotó el Arrianismo en (Septimania año 587), región de Francia comprendida entre el rio Ródano y los Pirineos, y en Lusitania, (año 588) lo que hoy es Portugal. Con ésto se impone el Catolicismo en España.

En el año 732, Carlos Martel detiene el avance de los musulmanes derrotándolo en la batalla de Poitiers, salvando al Papado – y por ende a Europa- de la expansión del Islam.

En el año 1492, los reyes españoles Fernando e Isabel logran tomar la ciudad de Granada expulsando los musulmanes (y también los judíos) de la península Ibérica.

Esto implica el matrimonio sin divorcio entre la Iglesia Católica y los reyes que, por antonomasia son conocidos como los Reyes Católicos.

Ese mismo año del 1492 se produce el descubrimiento de América por Cristóbal Colón con el apoyo económico de España.

Este acontecimiento provoca un despegue económico de España motorizado por la afluencia hacia Castilla de las riquezas de las nuevas tierras descubiertas, hasta el punto de que el idioma Español pasó a conocerse como Castellano.

Las tierras descubiertas despiertan las ambiciones de otra potencia marítima de la época (Portugal) que hace las reclamaciones de lugar.

En el año 1493, el papa Alejandro VI funge de árbitro en la rebatiña, y reparte las nuevas tierras entre España y Portugal mediante el tratado de Tordesillas (Junio del 1494). A Portugal le tocó ese ‘’rinconcito’’ de tierra que hoy conocemos como Brasil, (8.5 Millones de Km2).

Una de las condiciones del tratado era que España y Portugal debían de enviar misioneros para convertir los nativos al Catolicismo.

Al avanzar la conquista y el exterminio de los Indios bajo el filo de las espadas, el estruendo de los arcabuces y el áspero y desesperante ladrido de los perros de presa, se produce cierto remordimiento entre la soldadesca Española ante tanta sangre salvaje e irracionalmente derramada, y se pierde el entusiasmo de la pelea.

Los jefes notan el problema, y para solucionarlo la Corona y la Iglesia producen un documento llamado ‘’EL REQUERIMIENTO’’.

Este documento entra el vigor en el año de 1513. Era leído en español y latín, idioma que los indios desconocían, donde se le informaba que debían aceptar el cristianismo y someterse a la autoridad del Papa y de los Reyes ‘’y si así no lo hicieses, con la ayuda de Dios, nosotros entraremos poderosamente contra vosotros, y os haremos guerra por todas las partes y maneras que pudiéramos, y os sujetaremos al yugo y obediencia de la Iglesia, y de sus Majestades, y tomaremos vuestras mujeres e hijos, y los haremos esclavos, y os tomaremos vuestros bienes y os haremos todos los males y daños que pudiéramos. Las muertes y daños que de ellos se siguesen sea a vuestra culpa y no de sus Majestades, ni nuestra’’.

Cualquier semejanza con los métodos de conquista de Gengis Kan, es pura coincidencia.

Con este argumento, los conquistadores tratan de acallar la conciencia de los soldados y justificar los actos de la Conquista que eran verdaderas carnicerías.

En Chile, en el año de 1550, unos 2,000 Indios mapuches fueron masacrados.

Hablando de los que sobrevivieron, el conquistador Pedro de Valdivia escribió al Rey en los siguientes términos.

‘’ mande cortar de 200 las manos y narices, en rebeldía de que muchas veces les había enviado mensajeros y les había hecho los requerimientos que vuestra Majestad manda’’.

El requerimiento fue abolido en el año de 1573. Parece que después de 60 años de matanzas ya no quedaban indios rebeldes que matar o convertir.

Como diría el Periodista Alberto Amengual. Señor lector, sea usted el jurado.  

Por: Ing Héctor Rizik



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