El transporte diario de pasajeros, en el área urbana, está dividido entre cientos de unidades oficiales y de servicio privado.
El Estado dominicano nunca ha incursionado en el transporte de pasajeros interurbano. Ese pastel solo lo tiene de manera exclusiva el sector privado. Muchas empresas, en ese orden, tienen el poder de imponer el precio de los pasajes.
De manera que solo a medias el gobierno puede ofrecer soluciones a la crisis del transporte de pasajeros; y muchas veces dichas soluciones se circunscriben a Santo Domingo y otras provincias importantes del país, donde operan las unidades de la única empresa de transporte que tiene el Estado.
En el reparto del servicio del transporte entran diversas confederaciones y sindicatos, que en la práctica funcionan como empresas que ofrecen y cobran ese servicio.
De manera que cuando alguna de estas empresas anuncian una rebaja del precio del pasaje solo se beneficiará una parte de los usuarios.
El gobierno, independientemente del subsidio al combustible que ofrece, no tiene mayor incidencia. Eso es lo lamentable.
