El PRM ante los nuevos desafíos

El PRM ante los nuevos desafíos

El PRM ante los nuevos desafíos

En días pasados el Partido Revolucionario Moderno (PRM) decidió desencadenar un proceso de organización interna.

Partiendo de las existentes estructuras el objetivo es actualizar las direcciones territoriales y frentes sectoriales.

Este proceso sería, conforme al plan, el primer paso para preparar la Convención en el año 2017, donde se elegirán las autoridades conforme a los Estatutos.

En este proceso se evaluará el desempeño electoral.

El PRM como partido nació en circunstancias muy especiales . Primero, fue el fruto de una división del PRD tradicional; segundo, aprovechó la base legal de un pequeño partido, la Alianza Social Demócrata (ASD) y, tercero, inmerso en la coyuntura electoral de 2016 , el PRM logró afianzarse como la segunda fuerza política del país, con más de 1,500,000 votos mal contados, representando por sí solo un 25 % y un 35 por ciento, con alianzas de la votación efectiva expresada en las urnas.

Alcanzó más de 40 diputados y más de 30 alcaldes y representación en todos los distritos municipales. En realidad, una gran hazaña, un fenómeno inédito en la historia política dominicana.

Múltiples circunstancias se conjugaron. Ante todo, el hecho de que al producirse la división del PRD la mayoría absoluta, inicialmente llamada “corriente mayoritaria”, buscó refugio en el nuevo partido, PRM, despojando al PRD de su fortaleza de masas, lo que se demostró ante los resultados electorales, que lo marginaron en menos de un 6 por ciento.

Paralelamente, el esfuerzo colectivo de miles de cuadros en todo el país, que junto a los dirigentes del PRM lograron cautivar a una parte importante del electorado, surtió su efecto aglutinador, lo que unido a la erosión del poder de un gobierno que tuvo que maniobrar modificando la Constitución para prohijar la reelección de Danilo Medina, así como perpetrar numerosas bellaquerías desde la JCE y la utilización sin límites de los recurso del poder para imponer el continuismo.

Esa es la historia resumida del PRM.

Ahora, nuevos desafíos enfrentan a esta organización.
Ante todo, confirmar su identidad ideológica y sus principios. Prepararse para confirmar en el corazón del pueblo su apelativo de “moderno”, para adaptarse a una sociedad que ha experimentado en los últimos veinte años numerosas transformaciones económicas, sociales y políticas.

¿A qué tipo de sociedad aspiramos? ¿Con cuáles sectores sociales nos identificamos? La vieja estructura organizativa de los partidos tradicionales ha colapsado y han surgido vínculos diferentes de conexión con la sociedad. El viejo luchismo ha dejado de ser un método adecuado para darles respuesta a las realidades actuales y nuevas formas de organización y de lucha se imponen para captar el sentimiento del pueblo.

Por último, los estatutos del PRM exigen la celebración de una Convención para elegir a sus dirigentes. El dilema es si nos encaminamos hacia una componenda de grupos o hacia una Convención libre y abierta para elegir en base a méritos, experiencia y capacidad a sus directivos a todo nivel, incluyendo a los candidatos a elección popular para las elecciones de 2020.

Tremendos desafíos para una organización joven, aunque dirigida por viejos dirigentes, ante un PLD desafiante y sin escrúpulos que anhela permanecer en el poder de manera indefinida.

Los meses por delante definirán estos desafíos.



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