Nuestra economía, igual que todas las economías de las naciones del mundo, depende del precio a que se venda o compre el barril de petróleo.

A los que venden petróleo les interesa que su precio vaya en alza. De hecho, Venezuela, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, se ha erigido como uno de los principales promotores para que se incremente el precio del barril del crudo.

El presidente venezolano hizo una gira para promover, mediante el control de la producción de los grandes proveedores del crudo, que se eleven los precios por encima de los 70 dólares por barril.

Está convencido que esa estrategia beneficiará a todo el mundo.

¿Será así? Habrá que esperar. Pero lo que no puede aguardar es la planificación que desde el Gobierno central hay que hacer para que esa nueva tarifa no impacte negativamente el crecimiento que viene experimentando la economía nacional.

Los compromisos y las necesidades de la República Dominicana se ajustan a un presupuesto tomando en cuenta el pago de la factura petrolera a los actuales precios.

¿Tenemos algún ahorro fruto de pagar menos por el petróleo que consumimos? Habrá que hacer el balance. Mientras tanto, tenemos tiempo para planificar el futuro inmediato con la variación de precios que tendrá el crudo a partir del año venidero. Y eso hay que aprovecharlo.