El papa Francisco está desde hoy entre nosotros, visita por primera vez Latinoamérica; y en República Dominicana, como país de la región, nos regocijamos por su presencia y el motivo que lo trae a estas tierras evangelizadas desde hace más de 500 años.

La puerta de entrada es Brasil, pero no se trata de una coincidencia. Ya que este es el país con mayor número de católicos.

Además, la agenda que lo trae tiene una importancia capital para la Iglesia.

Viene a encabezar la Jornada Mundial de la Juventud, y estará en Río de Janeiro desde hoy hasta el 28 de julio. Una jornada cristiana  a la que asistirán cerca de 1,5 millón de católicos.

El Papa llega a Brasil en el mejor de los momentos, con las secuelas sociales de las masivas manifestaciones que en junio poblaron las calles con más de un millón de personas, unidos por el reclamo de mejores servicios públicos, además, con el grito de condena a la corrupción oficial y la denuncia de los elevados gastos para el montaje del Mundial de Fútbol de 2014.

Su presencia traerá sosiego, sus palabras unirán a un pueblo dividido, el país podrá tener un espacio magnífico para la meditación.

Estamos confiados que la presencia  y las palabras del papa Francisco bañarán de amor y bendiciones estas tierras y unirán más a la región, sobre todo porque se trata de una parte del mundo que lo vio nacer y donde ha vivido toda su vida.

El país se une con gran  regocijo al concierto de naciones hermanas que le dan la bienvenida a nuestro amado papa latinoamericano.