El país despidió a un gran hombre

El país despidió a un gran hombre

El país despidió a un gran hombre

Con la partida de Mariano Lebrón Saviñón hay que llorar al gran dominicano, al poeta y hombre de solidaridad inconmensurable que perdemos, pero al mismo tiempo los dominicanos debemos celebrar el gran legado en valores que dejó a la patria.
En su trayectoria de vida hay que ponderar su labor como pediatra, profesión a la que de manera temprana robó tiempo y se convirtió en el fundador del movimiento de la Poesía Sorprendida, labor mediante la cual obtuvo los reconocimientos más altos de la literatura dominicana y regional, sin olvidar la más alta condecoración del Estado dominicano al imponerle la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Comendador.

El pueblo dominicano despidió, con su sepelio ayer, a un gran hombre. Partió a la edad de 92 años y desde muy joven se convirtió en un ciudadano que desde temprano labró un destino que lo llevaría al frente del Instituto Duartiano, institución que exacerbó su gran sentimiento patriótico.

En vida se convirtió en un hombre sin fronteras. Ahora que traspasa la frontera terrenal nos queda seguir cultivando y expandir más su legado. Vayan nuestras condolencias a los familiares de Mariano Lebrón Saviñón, a la vez que valoramos el tesoro que nos deja.



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