Luego de un largo feriado, la Federación de Profesores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) llama a un paro de labores de 72 horas.

Es decir, prolongan por tres días más su no laborable, un atentado al rendimiento académico de la familia “uasdiana”.

Como de costumbre, sectores intrauniversitarios son los que atentan contra la buena fama que debe distinguir a un centro académico, máximo cuando se trata de uno con tanta carga histórica como nuestra universidad estatal.

Extender por cinco días (que en realidad son seis porque la mayoría de ellos no laboran los sábados) un período de no docencia le representa un flaco servicio a los “uasdianos”, además de que tampoco contribuye a que los egresados de ese centro académico salgan bien posicionados en el mercado laboral.

Los sectores sensatos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo deben llamar a reflexión por la facilidad con la que se puede suspender la docencia por un período tan prolongado.

La comunidad educativa no puede considerar como buenos “uasdianos” a los que con su accionar devalúan la buena fama de una universidad que está llamada a ser orgullo de todos los dominicanos, por su calidad docente, la calificación de sus egresados y la pulcritud administrativa.

Pero más que trabajar por eso, la Federación de Profesores de la UASD se construyó un asueto muy prolongado bajo la excusa de una demanda de aumento salarial.

Castigar al estudiantado nunca será buen camino para las protestas, aunque estas sean justas.