El ingenio de Obras Públicas

El ingenio de Obras Públicas

El ingenio de Obras Públicas

El Ministerio de Obras Públicas presenta el eficiente servicio de asistencia al conductor que brinda en las principales carreteras del país como uno de sus puntos luminosos.

Y tiene razón al exhibirlo como tal, pues se trata de un servicio útil, oportuno y hasta ahora sin la contaminación del “picoteo” que tanto daño le hace a la administración publica.

Este Ministerio, otrora uno de los más relevantes en la administración publica, actúa con inteligencia estratégica al dimensionar un servicio apreciado pero que está muy por debajo en la escala de las responsabilidades fundamentales de esa institución.

Ha tenido que conformarse con exhibir victorias en pequeñas batallas, pues carece de las armas para enfrentar grandes compromisos.

Ha tenido que armarse de un ejército de pequeños talleres ambulantes, con soldados mejor pagados que la mayoría de sus iguales, pues no hay dinero para más.

Las grandes obras públicas han entrado en receso o asumido el paso lento por la escasez de fondos o están bajo la sombrilla de otras entidades o funcionarios.

El afable Gonzalo Castillo ha tenido que hacer uso del ingenio empresarial para que la falta de recursos no lo ahogue.



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