El Colegio Médico Dominicano ya eligió nueva dirigencia, en un proceso en el que ganadores y perdedores proponían la ecuanimidad y la sensatez para enfrentar las diferencias con las autoridades, las cuales son parte de la dinámica eterna en una relación laboral cualquiera.

Los próximos dirigentes del gremio asumirán sus funciones dentro de unos cuantos días y entre las primeras declaraciones de quien dirigirá el Colegio Médico en lo adelante hubo un llamado al diálogo, que fue acogido de inmediato por las autoridades de Salud Pública.

Parece que sacada del medio la mata de lo irracional, las diferencias presentes y futuras podrían abordarse con el ánimo verdadero de buscar soluciones y no de simplemente satisfacer egos marchitados por una necesidad de atención pública.

Cualquier paralización de los servicios médicos en ese ínterin es insensata, promovida por insensatos que definitivamente no son guiados por la razón.

Las próximas autoridades del Colegio Médico difícilmente se desliguen públicamente o desautoricen este llamado a paralizar los hospitales, pero al menos deben guardar distancia para así salvar la reputación de un gremio llamado a ser modelo de servicio y ética.