El huracán Irma y la fuerza de la fe

El huracán Irma y la fuerza de la fe

El huracán Irma y la fuerza de la fe

Mayra de Peña

Caminar con Dios es una experiencia maravillosa, Él nos ha dicho que estará con nosotros siempre y que en los momentos difíciles veremos de forma más contundente su mano poderosa y definitivamente la vemos a diario, sólo tenemos que creerle.

La primera semana de septiembre de este 2017 ha sido difícil para una parte del mundo occidental, hemos visto como la naturaleza una vez más nos demuestra su poderío y nos reclama lo irresponsable que hemos sido frente a ella, sobreponiendo nuestros intereses económicos y particulares, al daño que le pudiéramos ocasionar y cada día ella nos pasará factura, lamentablemente elevando el costo de la misma.

Al ver el comportamiento del poderoso huracán Irma en los diferentes lugares donde ha penetrado y recordando lo cerca que tuvimos de ver los destinos turísticos y la agricultura de República Dominicana devastarse y con ellos dos (2) pilares fundamentales donde descansa nuestra economía, aunado a las posibles pérdidas humanas que hubiéramos tenido, ante la pobreza de una gran cantidad de la población, viviendo en lugares sumamente vulnerables y en condiciones críticas, nos pone ante un espejo de lo que pudiera ser nuestro escenario ante eventos como este, -cada día más poderosos-.

Lo antes expuesto nos llama a reflexionar acerca de nuestra manera de manejarnos como nación y nos da una oportunidad para mejorar y priorizar los temas de prevención y mitigación ante los desastres ocasionados por fenómenos naturales.

Solo podemos decir en todo momento…Gracias Dios por escuchar nuestra oraciones, por tu misericordia, aún sin merecerla, ante tantos desaciertos como sociedad y por enseñar a un gran número de tus hijos, los que confiamos en ti en este país, que tu eres poderoso, que a ti obedece la naturaleza porque la creaste y que solo tenemos que servirte de corazón y confiar en tu amor y misericordia.

Un evento sucede al otro, ver el terremoto que azotó el hermano país de México, que particularmente me dejó anonadada, por su poderío y su duración, solo puedo pensar que la naturaleza se ha unido a una para decirnos BASTA YA, ella esta respondiendo a nuestra errónea manera de tratarla, pues lo único que hace es dar de si para beneficio nuestro.

La tierra, a través del cambio climático nos está hablando en el único idioma que sabe hacerlo y tenemos que tomar consciencia y responsabilidad ante esta amenaza, sobre todo los países mayores emisores de CO2, porque de no hacerlo, poco a poco nos quedaremos sin planeta.

Lamentamos las devastaciones que han sufrido nuestros hermanos del caribe que han recibido los embates del huracán, el estado de la Florida y los demás estados que aún azota Irma, así como con el pueblo mexicano, donde les ha tocado este sismo, que Dios les fortalezca y viabilice su recuperación,.

Estamos viviendo tiempos ya profetizados por Jesús y los profetas, esto es solo ¨principio de dolores¨, el mundo le esta dando la espalda a Dios, creando sus propias reglas, llenas de egoísmo, vanidad, falta de amor al prójimo y de todo lo creado, pero los que confiamos en Dios no podemos amilanarnos, es tiempo propicio de intimar con su Palabra, de llenarnos de su amor y deseo de servirle, tiempo de afirmar la fe, solo ella nos llevará a la victoria espiritual, porque aquí somos peregrinos y extranjeros, nada trajimos y nada nos llevaremos.

Sembremos amor y misericordia hacia nuestro prójimo, que en nuestra verdadera vida cosecharemos y con plusvalía…la que tendremos con Dios.



Mayra De Peña

Lic. en Contabilidad, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduada de Periodista, en el Instituto Dominicano de Periodismo (IDP). Locutora, con un Diplomado en Comercio Exterior, y Diplomado en Política Estratégica. He desempeñado diversas funciones dentro del sector Privado y Gubernamental. Hija de Dios y amante de la naturaleza. Creo en vivir a plenitud de manera equilibrada y en lo significativo de quererse y valorarse como individuo. Soy una feliz madre de tres hermosas hijas, creo en el matrimonio, en la institución familiar y en la importancia de predicar con el ejemplo. Amo escribir y con ello transmitir mi sentir y sobre todo tengo en alto estima alimentar el espíritu, pues de él mana la vida.

Noticias Relacionadas