El hombre que hackea teléfonos con un implante debajo de su piel

El hombre que hackea teléfonos con un implante debajo de su piel

El hombre que hackea teléfonos con un implante debajo de su piel

Como si se tratara de uno de eso trucos de ilusionista de feria, si le das el teléfono a Seth Wahle puede robarte tus fotos, claves y cualquier información simplemente con tocar el equipo.

Wahle era soldado de Estados Unidos y ahora trabaja como ingeniero en una compañía llamada APA Wirless.

Lo que más llama la atención es descubrir que es miembro de esa creciente comunidad de portadores de chips capaces de sustraer información, conocidos como biohackers.

Los nuevos biohackers

Los biohackers son personas a las que les gusta jugar con los límites del cuerpo. En el caso de Whale, el objetivo es explorar el futuro de la ciberseguridad.

Wahle pasó mucho tiempo investigando los diferentes tipos de chips RFID disponibles.

Los RFID (radio frequency identification o identificación por radiofrecuencia) son pequeños dispositivos que pueden almacenar un volumen reducido de información y comunicarla a otros dispositivos que se encuentren cerca.

El ingeniero le pagó luego a un artista aficionado a los tatuajes para que le inyectara el chip en su mano, en el espacio entre el pulgar y el índice.

«Por un momento el dolor llegó a ser realmente insoportable, pero cesó tan pronto como sacó la aguja», cuenta Wahle.

Dúo de hackers

Todo comenzó con una conversación casual en una pizzería con Rod Soto, investigador en temas de seguridad y organizador de un evento llamado Hackmiami, en Florida.

«Seth estaba ahí comiendo pizza y yo me le aproximé en modo casual diciendo algo como ‘hola, tu pareces ser de esas personas a las que les gustan las computadoras'», relató Soto. «¡Y resultó ser que Rod tenía un chip metido en su mano!».

Soto, que se dedica a evaluar software y hardware para hackear, quedó intrigado con Wahle y lo animó a dar una conferencia en un evento sobre ciberseguridad llamado Hackmiami el año pasado.

Cómo funciona el chip

El proceso de hackear el teléfono de alguien con el implante funciona de la siguiente manera: el chip RFID tiene una antena para comunicaciones a corta distancia (Near Field Communications o NFC por sus siglas en inglés).

Chip
«El mensaje que quiero dar es que ya puede hackearse de esta forma con la tecnología disponible», dijo Wahle.

Esa antena genera una frecuencia de

radio que permite la comunicación con equipos como teléfonos inteligentes, que también cuentan con antenas NFC.

De modo que cuando el celular está en la palma de la mano, el chip envía una señal al teléfono y se abre una ventana de diálogo pidiéndole al usuario que abra un vínculo.

Si el usuario lo abre, el vínculo instala un archivo maligno que conecta el teléfono a un servidor remoto donde alguien puede tener acceso a la información.

«Una vez que tengo esa respuesta del usuario, ya ese teléfono es mío», dijo Soto.

Con el teléfono en la mano de Wahle y Soto en la computadora remota, en minutos se obtiene cualquier información.



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