El Gato Negro (II)

El Gato Negro (II)

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LLEGÓ EL CIANURO

El vocero de la Barrick, Jorge Esteva, anunció con inmensa alegría que todo está listo y probado para arrancar con la explotación de su mina a cielo abierto, la de Barrick Pueblo Viejo, en Cotuí. Esto significa que pronto viajarán por las más aseguradas carreteras de Latinoamérica, las nuestras, inteligentes camiones que transportarán bloques del ‘nutritivo’ cianuro, el cual será vertido, ‘chin a chin’, en las artesas sobre el material (tierra) que contiene minerales, entre ellos oro. Que chulería!!!

Entre aplausos y vítores, me imagino ver las sonrisas de los apurados ‘ecologistas’ de la Barrick cuando las paletas ‘sangulutéen’ el engrudo de tierra y agua cianurada, en el enorme boquete a cielo abierto. Siento un suave cosquilleo cuando el venenito corre y baja hasta el fondo de la artesa, sigue su camino hasta más allá para bendecir con su santo don todo lo que encuentre a su paso. 

Y como baluarte de la más trascendente acción ambientalista que ojos humanos hayan visto aquí, el material envenenado sobrante, irá a guardarse a la cola de desecho, maravilloso monumento que ambientará el festival ecologista de la nunca bien ponderada Barrick Gold.

Esta bonita acción, para simplemente sacar oro y hacer más ricos a los mineros canadienses, nos hace testigos de la globalización del hoyo, como salvación económica de las “banana-republics” donde actúan Barrick Gold, Gold Corp y otra docena de mineras a cielo abierto, eso sí, legalizadas por la zanganería de los legisladores del período 2004-2008 y, al parecer, secundados por los de esta legislación, a pesar de la ‘ridícula denuncia’ que hacen algunos científicos, sobre la real posibilidad de contaminación de los ríos circunvecinos a la ultra mina o por la desgracia que ocasionaría un par de buenos aguaceros sobre las enormes ‘piscinas de desechos’.

A pesar de que en Las Américas, la minería a cielo abierto ha recibido desde penalidades legales hasta sentencias de detención y cierre de algunas minas. A pesar de que el uso de cianuro, a raíz del envenenamiento de un rio, ha sido prohibido en los países de la Comunidad Europea desde octubre del 2011. A pesar de las muertes en países africanos, las enfermedades de indígenas en Centroamérica, a pesar de todo el veneno que nos echarán, el “flow” caribeño de nuestros funcionarios-chatarra se impone para cambiarnos un “cianurizado de fresa” por cualquier diploma de ambientalista o de ‘bienhechor’ que Newlink otorgue para ganar cualquier “prize” en Norteamérica.

Adelante con la acumulación desmedida capitalista, con permiso legislativo, que siempre la codicia dirija las santas almas de sus progenitores y mucho menos que nadie nunca olvide los rostros de los protagonistas de este maravilloso proyecto que nos sacará de la pobreza y purificará nuestras aguas. 



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