Hace menos de dos meses quedé, y me imagino que todo el país, encantado con los vaticinios del técnico colombiano José “Cheché” Hernández de que en un lapso de 10 años llevaría a la selección nacional de fútbol a una Copa Mundial.

Sencillamente, era una noticia de “espanto y brinco”, debido a que otros países con mucho más tradición futbolística se les ha hecho imposible lograr esa hazaña.

Pensé que la Federación de Fútbol había encontrado en él al dirigente que haría un “milagro”, porque esa era una misión extraordinaria.

Pero qué mala suerte, “Cheché”, al igual que aquel famoso intérprete de merengues de los ochenta, se va del país porque no le cumplieron con lo pactado.

La verdad es que el fútbol dominicano no tiene suerte, porque no es posible que este señor “visionario” se nos haya escapado de las manos.

La verdad monda y lironda es que, como decía Luisito Martí, la suerte no es garantía de un triunfo duradero.

El fútbol dominicano tiene hoy recursos económicos para realizar otra buena contratación de un técnico del nivel de “Cheché”, pero sería interesante que el próximo que contraten no sea tan optimista y no fabrique la fábula de que llevará a la selección a un Mundial en tan sólo 10 años.