Hay muchas razones para escuchar la recomendación para que se fortalezca la enseñanza de la Historia dominicana en las escuelas y colegios del país. Se trata de una observación oportuna que hace el presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, digna de que las autoridades del Ministerio de Educación la tomen en cuenta.
Una razón, de manera particular, tiene que ver con el hecho de que un pueblo que no conoce su Historia está condenado a cometer los errores del pasado; y el pueblo dominicano, que conquistó a un precio alto su democracia, tiene que seguir trillando los caminos de la libertad plena y el desarrollo.
La otra tiene que ver con lo que planteó el historiador Juan Daniel Balcácer. Son sus palabras: “Existen debilidades en la conciencia nacional, y eso obedece a múltiples factores, entre ellos la deficiencia del sistema educativo en la enseñanza de la Historia patria”.
El pasado del pueblo dominicano está lleno de hombres y mujeres que emprendieron, a una corta edad, hechos heroicos, sin medir consecuencias o peligros. Muchos, incluso, ofrendaron el mejor tesoro: su vida, en beneficio de la libertad.
De manera que las nuevas generaciones deben conocer el precio que se pagó por la libertad que tenemos hoy. Así sabrán defender el presente y trabajar por un futuro promisorio, y que a la vez contribuya a consolidar las estructuras de un Estado donde haya un respeto pleno a los derechos humanos.
