El escándalo que sacude a España y Rajoy

El escándalo que sacude a España y Rajoy

El escándalo que sacude a España y Rajoy

Bloomberg News.-Los inversores a quienes les preocupaba la estabilidad política de España vienen deshaciéndose de sus tenencias de títulos españoles y elevando los costos de endeudamiento de ese país, después de que a fines de la semana pasada estalló el escándalo de corrupción que involucra al presidente  Mariano Rajoy.

Hasta ahora, la permanencia del gobierno era una de las pocas ventajas que España tenía sobre Italia, su hermana en la enfermedad dentro del área del euro, un país que, en el curso de las últimas décadas, también presenció casi tantas elecciones como navidades, y que ahora está a punto de protagonizar una nueva votación.

En la realidad, la probabilidad de que el escándalo Rajoy fuerce el colapso del actual gobierno de centro derecha es escasa.

Pero los inversores tienen razón en estar inquietos, porque la estabilidad política involucra más que la mera supervivencia del gobierno de un país: también precisa tener la confianza del electorado en las instituciones que lo gobierna.

En España, las sospechas de corrupción a tan alto nivel corroen esa confianza.

El 31 de enero, el diario español “El País” publicó copias de los que se dice eran los libros diarios de las cuentas secretas de Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, actualmente en el mando, que revelaban la existencia de un fondo partidario para fines ilícitos.

El diario decía que se habían hecho entrar a través del fondo 7,5 millones de euros provenientes de donaciones corporativas y supuestamente se habían repartido desde 1997 hasta 2009 a los afiliados,  entre ellos, a  Rajoy.

Negar las acusaciones no pudo acabar con el escándalo. El líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, del partido socialista de los trabajadores, solicitó la renuncia de Rajoy, lo que provocaría que se adelantasen las elecciones. Sin embargo, no queda claro qué ventaja podría aportarle esto a Rubalcaba o a su partido.

Conforme a la última encuesta de opinión que llevó adelante la española Metroscopía, los socialistas y el partido popular van cabeza a cabeza, cada uno con menos de un 25 por ciento de apoyo de parte de los encuestados, y Rubalcaba goza de menos popularidad que Rajoy. Aún más, tan solo el 21 por ciento del electorado quiere que haya una nueva elección, por lo tanto los socialistas podrían llegar a recibir un castigo en las urnas.

Otro disparador potencial del colapso del gobierno podría ser externo, como fue el caso de Italia, ocurrido en agosto de 2011 cuando el Banco Central Europeo efectivamente le cerró la canilla de fondos al que entonces era primer ministro de ese país, Silvio Berlusconi.

Lo mismo podría suceder en España si la rentabilidad de los bonos sube lo suficiente como para que el BCE tenga que intervenir y comprar títulos, y el presidente del BCE, Mario Draghi, decide que Rajoy y su gobierno tienen que irse antes de que el banquero abra la billetera.

El escándalo probablemente aumente la resistencia de los votantes a las impopulares reformas que Rajoy intentó introducir. Con el segundo desempleo más alto del área del euro, que fue del 26 por ciento durante el cuarto trimestre de 2012, España es uno de los países más castigados por esta crisis.

Aun cuando el escándalo Rajoy no propicie el colapso del gobierno, lo perjudicará profundamente. Le da un nuevo golpe a la alicaída confianza del pueblo en los líderes e instituciones políticas de España.  



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