El embarazo y la maternidad en adolescentes en República Dominicana ha crecido de manera alarmante.

De manera directa el Gobierno invierte para su cobertura de servicios unos 2,103.3 millones de pesos anuales. Esta cifra se multiplica en la medida que la población aumenta, ya que incide en otras áreas como la salud de seguimiento a los niños que nacen, en la educación, la alimentación y el aumento de los programas sociales y de asistencia, ya que la inmensa mayoría de las jóvenes embarazadas provienen de hogares con un ingreso nulo o muy limitado.

El cuadro se agrava a la hora de examinar el presupuesto que emplea el Gobierno en el Plan Nacional de Prevención de Embarazos.

Según un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) se invierte al año 64 millones de pesos.

Hay sectores nacionales que claman por un programa serio de educación, que ayude a bajar el índice de maternidad precoz. Sobre todo porque se trata de una gran cantidad de jóvenes que abandonan los estudios para afrontar su nuevo estado.

Un programa de educación y persuasión, implementado a tiempo, ayudaría no solo a que haya una mayor conciencia de la maternidad, también incidiría en que la mujer dominicana llegue a la maternidad a una edad de madurez plena, que no afecte su salud y permita su desarrollo e inserción plena en la sociedad.