El derecho a decir “yo no lo sabía”

El derecho a decir “yo no lo sabía”

El derecho a decir “yo no lo sabía”

El derecho a decir “yo no lo sabía” es una expresión que se asocia a los gobernantes latinoamericanos que representan intereses mal intencionados, expresando su admiración frente a individuos indignos de ocupar puestos en el gobierno y manteniendo a otros parasitando en la nómina pública, causándole la ruina a la patria; por otro lado, el “yo no lo sabía” es el deber de todos los ciudadanos con sentido común y amor por su país, y por esta causa pueden “negarle el voto” a todo candidato del presente o del futuro.

Los antecedentes históricos de nuestra vida republicana señalan que ha habido figuras políticas que nunca hicieron bien a su país, pero sí mucho daño.

Pero la expresión “no lo sabía”, al menos, estaba colocada en una dimensión de grandes intereses particulares y peligros de la nación.

A deferencia del presente, donde los líderes políticos y las masas populares conculcan y “abonan” funestos errores.

Pero todavía queda la suspicacia del pueblo. Según ese derecho, podemos sancionar moralmente al gobernante, y reclamarle los vicios de los que se está llenando la Administración Pública.

Desde el pueblo se murmuran expresiones: “El presidente no quiere a su país”, “qué vergüenza”, “qué falta de patriotismo”.

Y para que sepa que puede quedar condenado en la conciencia ciudadana, a causas de relaciones externas, recordaremos la frase de Sócrates: “Tú marchas directo al poder, pero habrás de causar la ruina de tu patria”.
Son muchos los desvaríos que van a repercutir en el desconsolador momento político del presente dominicano.

En la historia civilizada han existido gobernantes negociadores del honor nacional, y ejemplos de líderes arrastrados por la pasión del poder, al punto de ignorar la terrible consecuencia de llevar al país a la ruina nacional.

Estas condiciones existentes en el Gobierno dominicano indican que existen fuerzas que favorecen situaciones negativas para el país, como el descontrolado control de la migración haitiana, de la corrupción, del abuso de poder.

En el momento más difícil de nuestra historia hace falta un gobernante, que no se sienta con derecho de decir “yo no lo sabía”.

Debe ser un presidente que sea una verdadera “prenda de garantía” a la nación, un protector. En ese caso, lo contrario del “yo no lo sabía” sería “yo no firmo eso”, como una forma de resistencia y protesta de que no se perjudicarían jamás los intereses nacionales.



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