Ala hora de listar los problemas que más agobian a la población hay que poner la seguridad ciudadana en un lugar primario.

Los crímenes que suelen clasificarse como “raterías” crean un clima de inseguridad que alteran el diario vivir de la gente.

Las muertes violentas constituyen la variable que se suele tomar en cuenta a nivel internacional a la hora de clasificar las ciudades más peligrosas.

Las urbes dominicanas suelen estar por debajo de la media de América Latina, un factor que contribuye positivamente en la promoción de la República Dominicana como destino turístico.

Sin embargo, los denominados delitos menores son los que más inciden en que la población se sienta segura o no en sus casas o en las calles.

En eso, como parte de las erradas políticas de las autoridades, hay pocas estadísticas conocidas para poder hacer comparaciones con otras naciones, pero lo cierto es que los robos abundan en todas sus manifestaciones.

La mayoría de los casos de heridas por armas de fuego son como consecuencia de robos.

También se ha convertido en cosa del pasado el que los mismos se producían fundamentalmente en horas nocturnas.
Los robos se producen a cualquier hora del día y en cualquier lugar.

Las políticas por la seguridad ciudadana no pueden obviar los robos y esos delitos, pues llevan una tendencia preocupante.