El cajón de Carlos

El cajón de Carlos

El cajón de Carlos

¡Rayos!, me atrapó la oscuridad, había sido un descuido que me podía salir caro; las anécdotas sobran en este lugar y hasta en horas del día te puedes convertir en una estadística.

Aceleré el paso por el descuidado camposanto y de repente escuché que dijeron: ¡Elías! Era un timbre de voz característico, “frizado”, apenas atiné a dar media vuelta y su cuerpo arqueado me confirmó quien era.

 ¿Cómo va todo?, me preguntó. Estupefacto, le dije: “bien”, pero, ¿cómo sabe mi nombre? Eres bisnieto de mi antiguo jefe Don Elías, nieto de Brachito, mi compañero en Francia y España e hijo de Eliítas, ambos fundadores de mi partido. Al escuchar esto me sentí aliviado, asumí que “no me haría daño”, entonces insistió: respóndeme, ¿cómo va mi país?

Tartamudeando, inicié: de entrada, en este momento ya debemos 24,000 millones de dólares. Eso afecta nuestra soberanía, me interrumpió. De hecho, continué explicando, acabamos de pedirle a los estadunidenses que construyan una base aquí. ¿Y eso por qué? me cuestionó. Presumo, le contesté, que por el auge de los viajes ilegales y el incremento del narcotráfico; precisamente hace unos días los medios dieron a conocer que a varios colaboradores del Presidente Fernández les habían retirado la visa de entrada a Estados Unidos. Ummm… es su derecho, apenas murmuró, para luego agregar, dejando caer una risita socarrona: que viajen a Haití.

Por cierto, agregué: en relación a Haití y conociendo que usted era muy firme con ese tema, debo decirle que la frontera es una quimera, la mayoría de los empleos informales están ya en manos de haitianos y su población en nuestro territorio sobrepasa el millón. Después de 12 años de gobierno del PLD, hace apenas unos meses que se puso en ejecución la ley de migración que reposaba, literalmente lista, hace 8 años.

Con cara preocupada respondió: ¡Increíble!, ¿Y qué hacen los míos en Cancillería? Mire, no sé si le va a gustar lo que le voy a decir………Raudo, me espetó con un ¡dígame!   

El grupo de cancillería está muy ocupado manejando 5,000 millones de pesos que han servido para crear una estructura parasitaria que lidera el mundo en botellas internacionales, haciéndonos el hazmerreír de la diplomacia. ¡Qué vergüenza!, dijo molesto, para luego permanecer callado unos segundos, mientras, con cada minuto en su presencia yo trataba de comportarme de manera natural.

“Nunca endeudé mi país, siempre fui frugal con los gastos, nunca me ligaron a las drogas ni a los viajes ilegales, defendí con fervor nuestra soberanía y controlé la frontera… ahora es todo lo contrario”, dijo.

Con temor a que se alterara aún más, y con voz controlada le dije: falta lo peor, resulta que el grupo aquel de Cancillería, a pesar de todo eso y por supuesto, por los “cuartos” que están recibiendo y dilapidando, van a apoyar al candidato del gobierno. ¿A quién?, preguntó; a Danilo, le confirmé, y agregó: pero ya el licenciado Medina me pidió ayuda una vez en el año 2000 y se quedó “como perico en la estaca”.

Comenzó a alejarse, y mientas su figura se disipaba, hice lo propio. Cuando casi me lanzaba a correr, resurgió y me dijo: ¡espera!, toma eso, y señaló a un lado, a la vez que extendía otro brazo y me pasaba además, una nota que decía:

Carlos:

Está cayendo fuera, aquí te envío, favor darle el uso correcto.

 Joaquín Balaguer.

Ahora, el problema es que yo no sé cómo hacerle llegar este cajón.

 



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