Mientras mayor es el poder adquisitivo de la población, más posibilidades de hacer buenos negocios tiene la comunidad empresarial.

Eso se demuestra en el mes de diciembre, en el que los empleados duplican el salario mensual (por la regalía pascual) y el comercio incrementa de manera considerable sus ventas.

El comercio vende lo que la industria y la agropecuaria producen o lo que los importadores traen al país.
En pocas palabras, a todos los agentes económicos les conviene que la población tenga buen poder adquisitivo.

El embajador del Reino Unido (Inglaterra) en República Dominicana, Steven Fisher, expuso con claridad uno de los grandes problemas sociales que afectan la sociedad dominicana: la economía crece por encima del promedio de América Latina, pero la reducción de la pobreza está por debajo del promedio de la región.

Sin duda que la distribución de las riquezas generadas por la nación no se distribuyen de manera adecuada en nuestro país.

El Embajador comentaba que al preguntarles a colegas suyos en Santiago de Chile de cómo habían logrado reducir a casi la mitad los niveles de pobreza en siete años, la respuesta fue: constante crecimiento económico, aumento de los salarios y una mayor participación de la mujer en el mercado laboral con salarios decentes.

República Dominicana ha sido exitosa en dos de esos aspectos, donde se ha quedado rezagada es en lo de salarios decentes.

Algún día el empresariado dominicano y el mismo Gobierno entenderán que los salarios de miseria solo contribuyen a perpetuar la pobreza.