Uno de los fenómenos recientes en el mundo financiero fue el surgimiento y expansión del denominado Bitcoin, la criptomoneda, o moneda virtual, creada sobre la base de tecnologías digitales, que sin respaldo de ningún gobierno o autoridad monetaria ha podido alcanzar una gran notoriedad e inclusive aceptación en algunos círculos económicos.

Tan amplia ha sido dicha aceptación que recientemente su cotización alcanzó el equivalente de un Bitcoin por 5,000 dólares, fenómeno que ha encantado a sus inversores y que ha llevado a la creación de nuevas monedas derivadas del propio Bitcoin.

Pero sucede que recientemente las más altas autoridades del mega banco global JP Morgan Chase, encabezado por su presidente Jamie Dimon, han declarado que el Bitcoin es un fraude y que acabará mal por ser una pura especulación.

Inclusive han advertido a sus empleados que la institución no tardaría un segundo en despedir a cualquier empleado que haga operaciones de inversión en nombre del banco en dicha moneda.

Además de la posición de JP Morgan Chase, el regulador financiero británico ha advertido del alto riesgo que representan las criptomonedas, incluyendo el Bitcoin, el Ether y cualquiera otra más, señalando que la especulación en esas unidades debe limitarse a inversores experimentados que confíen plenamente en la misma, estando preparados para perder completamente todo lo invertido.

El atractivo de una moneda capaz de eludir a las autoridades supervisoras del mundo, es de gran conveniencia para las actividades ilegales, tales como el narcotráfico, contrabando, tráfico humano y terrorismo, y no desaparecerá solo porque sea repudiada por los mercados financieros organizados.

Siempre habrá un nicho atractivo para el amparo de lo mal hecho.

Pero ya a cualquier dominicano que aún le atraiga esta moneda esta advertido: prepararse para perder lo que haya podido invertir, ya que al Bitcoin le podría estar llegando su final.