“Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria”… y hoy nunca fue tan necesario recordar no esta frase de Juan Pablo Duarte, sino todo su pensamiento, amor, obra y lucha por una República Dominicana libre e independiente.

A solo días de conmemorar su natalicio y en momentos en que vivimos una gran crisis de valores, ausencias de patriotismo y falta de compromiso con el bien común, es propicio recordar su entrega, dedicación y sacrificios.

En estos tiempos, la esclavitud se viste de muchas maneras… hoy nos dominan muchas cosas y personas… pero sobre todo, nos domina nuestra ignorancia, nuestra pasividad y falta de trabajo por el país que nos parió y en esto seguimos recordando la idea del Padre de la Patria cuando decía:

“Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos… trabajaremos sin descansar, no hay que perder la fe en Dios, en la justicia de nuestra causa y en nuestros propios brazos”…

Y aunque sea difícil y nos falten muchas veces las fuerzas, seamos ciudadanos que cumplen con sus deberes, pero que también exigen con firmeza sus derechos… y a los que atentan contra nosotros, robándose lo que por derecho nos corresponde, digamosles que ya está bueno, ya que, “el crimen no prescribe ni queda jamás impune”. Es tiempo de luchar por la justicia.

Recordemos lo que Duarte decía y que ha sido compilado en su ideario: “El buen dominicano tiene hambre y sed de justicia”, pues “vivir sin Patria es lo mismo que vivir sin honor”.