En nuestro país es común escuchar que “con aguaje se gana la mitad del pleito”, es decir, que hay que ser un simulador para que te tomen en cuenta.

Son muchos los que aparentando lo que no son, se “guillan” para lograr sus objetivos, y lamentablemente lo consiguen, porque esta sociedad vive de apariencias, engaños y “truchimanerías”.

Y así, como diría en su momento, un revolucionario de los años de la Guerra Fría, “no se hace patria”.
No han sido uno ni dos, sino muchos, los que con aguajes y unas buenas relaciones públicas se han alzado con “el santo y la limosna”.

A pesar de que toda la sociedad reconoce en su momento a esos farsantes, siguen incidiendo como verdaderos líderes, y se mueven con más cuadre que “Juancito el caminador”.

Esa es una práctica que ha dado excelentes resultados a quienes la han puesto en práctica, entonces, que nadie ponga en duda que le darán continuidad.

RADARES.- Todavía hay gente que sigue aferrada a la idea de que LeBron James no es el mejor, bajo alegatos tan elementales como que no ejerce un verdadero liderazgo entre sus compañeros. ¡Bárbaros! Lo que no le debe quedar duda es que al final de su carrera tendrá números muy por encima de todos los demás.

Y eso a sus detractores se les hace muy difícil, por no decir que imposible de admitir. Otro argumento que esgrimen es que va a permanecer en la cancha más tiempo que las otras estrellas a las que cada día va superando. Y la durabilidad es uno de los principales elementos que deben adornar a un atleta.

En todas las disciplinas han existido muchos que en sus primeros años desarrollan un trabajo excepcional, pero lamentablemente son débiles y su permanencia en las canchas es muy breve, por lo que eso hay que valorarlo en su justa dimensión… Recibí muy buenas noticias sobre la excelente evolución de la salud del colega Héctor García. ¡Qué bien!