Dos Trujillo en New York

Dos Trujillo en New York

Dos Trujillo en New York

El domingo 2 de noviembre en curso, justo cuando el Teatro Círculo, situado en la calle 4 n.º 64 en el este de Manhattan, realizaba la última función (realizaron 14 presentaciones todas a sala repleta) de la obra “La caída de Rafael Trujillo”, el Sr. Luis Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo Molina, personaje central de la obra en cuestión, inauguraba el Partido Esperanza Democrática en el restaurante Maestro’sCaterers, en el Bronx, New York. 

La coincidencia de fecha importa poco. Lo destacable aquí es cómo después de más de medio siglo del ajusticiamiento de Trujillo este personaje funesto permanece tan fresco en el recuerdo de mucha gente. Claro está, los ángulos de percepción y el modo del público recordarlo son distintos.

Mientras el elenco del Teatro Círculo muestra a las comunidades latinas newyorquinas las atrocidades y los desaciertos cometidos por el régimen trujillista, su nieto Luis Ramfis persigue restablecer el trujillato en la República Dominicana. Consecuentemente, oferta a sus seguidores del Partido Esperanza Democrática como la única opción que tienen los dominicanos para librar a su sociedad de las injusticias, la corrupción y la mala administración pública. No es la primera vez que descendientes de Trujillo aspiran gobernar la República Dominicana.

Está debidamente documentado que en la medianía de 1963 Petán, sus hijos Luis y Francisco, así como varios sobrinos suyos, estuvieron organizando en Haití un movimiento para derrocar a Juan Bosch.

En 1982 Plinio Trujillo, sobrino del dictador (hijo de Romero Amable Trujillo Molina), anunció públicamente su aspiración presidencial. En 1989 lo hizo su propio hijo Radhamés Trujillo Martínez y ahora el nuevo aspirante es su nieto Luis Ramfis Domínguez, hijo de Angelita Trujillo.

A muchos dominicanos les preocupa que un Trujillo vuelva a gobernar el país. Pero la cantidad de votantes y los resultados de las últimas elecciones celebradas en la República Dominicana establecen que para ocupar la primera magistratura de la nación hay que obtener más de dos millones de votos. Cuando Plinio Trujillo lo intentó tenía 56 seguidores y Radhamés, 248.

El discurso de inauguración del Partido Esperanza Democrática lo pronunció Luis Ramfis Domínguez en un salón de recepción con capacidad para 150 personas, de las cuales 10 son de la dirección del partido.

¿Hay algo a qué temer? Los sueños, como bien dijo Calderón de la Barca, “sueños, son”.



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