Dominicanos Alto Manhattan temerosos por ébola

Dominicanos Alto Manhattan temerosos por ébola

Dominicanos Alto Manhattan temerosos por ébola

Nueva York.- Con el diagnóstico positivo de ébola que diera el médico Craig Spencer, de 33 años, quien reside y trabaja en el Alto Manhattan, muchos dominicanos se muestran temerosos y preocupados de que el mortal virus se desarrolle en la ciudad y especialmente en ese vecindario habitado por miles de criollos, aunque las autoridades municipales han reiterado que no hay motivo de alarma porque todo está bajo control y el virus no es fácil de contagiarse.

Durante un recorrido realizado por este reportero por Saint Nicholas, Broadway, Sherman, Dyckamn, y las calles 135, 145, 168, 181, 204 y 207, la mayoría de los quisqueyanos expresaron estar muy temerosos.

“Porque si un médico con todo el conocimiento, cuidado y vestimenta adecuada se contagió, que será de nosotros», coincidieron en decir varios de ellos, además usó los trenes Uno y A que llegan hasta Washington Heights. Una minoría no le ha dado importancia a la enfermedad.

El doctor contagiado reside en el quinto piso del edificio 546 W, de la calle 147 y labora en el hospital New York Presbiteriano (Medican Center), uno de los más grandes de Estados Unidos y el mundo, ubicado en Broadway con la calle 168, ambos lugares situados en el Alto Manhattan y donde el 75% de sus residentes son dominicanos.

Frente al inmueble de seis pisos decenas de reporteros se encuentran estacionados las 24 horas del día, numeroso público aglomerado cerca del mismo y sólo se permite la entrada y salida de los que residen allí, cerca de 30 familias.

Mark Levine, concejal del Distrito siete que abarca el área afectada, ha sido el único político visto en público hablándole cara a cara a las personas del Alto Manhattan y expresándole que el “ébola no se contagia fácilmente, no hay que temer, Nueva York está preparado para enfrentar el virus, curar a cualquier persona si llega a ser contagiada, además yo utilizo el tren y camino entre el público diariamente”, se escuchó decirle a una familia hispana a escasos metros del edificio en cuestión.

Asimismo el activista comunitario Fidel Malena distribuía entre los transeúntes un folleto, en inglés y español, con mensajes expresando “no puede contraer el virus del ébola a través del aire o solo al estar cerca de alguien que lo tenga”, “si tiene síntomas de fiebre, dolor de cabeza, debilidad, vómito, diarrea o dolor de estómago, visite el hospital, que no le preguntarán por su situación migratoria y lo atenderán independientemente de su capacidad para pagar” entre otros avisos.

El médico contrajo la enfermedad en Guinea-África, trabajando como voluntario atendiendo pacientes infectados con el letal virus, y regresó a La Gran Manzana el pasado día 17 de este mes, está interno en el hospital Bellevue de Manhattan y fue trasladado en una ambulancia rodeada de patrulleros y técnicos de emergencias médicas totalmente equipados con trajes de protección.

Antes de irse al África escribió en su Facebook «voy a Guinea con médicos Sin Fronteras, por favor, apoyen a las organizaciones que están enviando voluntarios y ayuden a combatir uno de los peores desastres de salud pública y humanitarios en la historia reciente».

Lo primero que se sabe es que el médico estuvo en Chelsea donde visitó el High Line y también en Brooklyn donde fue a un local para jugar bowling. Para movilizarse usó los trenes L, A y 1, estos últimos recorren el Alto Manhattan, además de contratar el servicio de un taxista de Uber. Las autoridades han asegurado que las personas que estuvieron cerca de Spencer durante sus recorridos por la ciudad no estuvieron expuestas al virus directamente.

Jay Varma, subcomisionado de control de las enfermedades de la ciudad indicó que “sólo se puede contagiar el virus cuando alguien está muy enfermo, y un enfermo de ébola tendrá apenas las fuerzas para ir directo al hospital y no al tren, resultando imposible que los torniquetes del metro, los tubos, sillas o cualquier superficie resulten contaminados».

En los últimos meses, cuatro trabajadores sanitarios estadounidenses, incluyendo tres médicos, se infectaron de ébola mientras trabajaban en África, y fueron repatriados a Estados Unidos para su tratamiento. Todos se recuperaron. Actualmente la enfermedad ha matado a más de 5 mil personas.

Por Ramón Mercedes


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