Domínguez Brito y la gloria probable

Domínguez Brito y la gloria probable

Domínguez Brito y la gloria probable

Roberto Marcallé Abreu

Imagino que la situación de Francisco Domínguez Brito es sumamente embarazosa. El cargo previo al de Ministro de Medio Ambiente era un ámbito perfecto para ir estructurando ese ascendiente propio de quienes vislumbran la silla presidencial como la culminación de todas sus aspiraciones.

Nadie ignora el anhelo de los dominicanos de contar con un auténtico sistema de justicia. Que se castigue como se debe a los transgresores. Pero como la posición de Procurador General depende del Poder Ejecutivo, el funcionario que ocupa el cargo no siempre tiene las manos libres.

El incumbente, entonces, aprovecha sus limitados espacios para demostrar que comparte esos anhelos de justicia del público. Domínguez Brito mostró su disposición que hay quienes califican como teatral en los casos del senador Félix Bautista y de “Los Tucano” y otros tantos.

Durante su ejercicio, se procuró el respaldo del Embajador de los Estados Unidos, quien ha insistido en proclamar su rechazo a la corrupción. Es probable que el exprocurador creyera que ese respaldo lo hacía intocable.

Estaba equivocado. Y, tras un desempeño de varios años, fue desalojado a un cargo que, en apariencia, no posee el glamur, la elegancia, la presencia en los medios que la posición anterior.

Vale decirle que, de acuerdo con su desempeño en Medio Ambiente, su ascendiente público puede remontar y lograr niveles insospechados si es que posee la disposición y el coraje.

Porque si hay una situación que, junto a otras, irrita y violenta a la gente es el abuso que se ha estado cometiendo, gracias al apoyo o la indiferencia oficial, con los recursos naturales.

Nuestros bosques están siendo depredados de una manera salvaje. E igual ocurre con el lecho de los ríos y canteras de materiales en todo el país.

Como si nada importara, una combinación de absoluto desprecio y una codicia criminal indignan a las personas por el abuso y el descaro que revisten y sugieren.

¿Tendremos que hablar del informe de las Naciones Unidas, de la denuncia del vital sector turístico, de las gráficas publicadas en los periódicos y las redes sociales, de camiones abarrotados de troncos recién cortados o citar casos bien documentados como las talas masivas de árboles en las cordilleras, las enormes exportaciones de carbón, la explotación del lecho de decenas de ríos y arroyos, la extracción masiva de arena en Cabarete y la liquidación inconcebible de los acuíferos de Constanza?

Medio Ambiente no posee el glamur de la Procuraduría, pero si Domínguez Brito asume con valentía y sin medias tintas la defensa indeclinable de nuestros recursos naturales y lleva a la justicia y a la cárcel a los ecocriminales y depredadores puede que su figura crezca hasta extremos que, probablemente, él nunca soñó.



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