Una disputa territorial entre Rusia y Ucrania, que abastece una gran parte de la energía de Europa, está deteriorando la confianza en una recuperación que ya se ve amenazada por una moneda que se fortalece y una capacidad de fijación de precios retraída.
Esto eleva la perspectiva de que se exija a los funcionarios del BCE cumplir su promesa de flexibilizar, si es necesario, la política monetaria, inclusive con herramientas poco convencionales como la flexibilización cuantitativa.
El índice de confianza correspondiente a los inversores alemanes cayó por cuarto mes debido al conflicto de Ucrania.