Dice que yo abandone, no tengo derechos

Dice que yo abandone, no tengo derechos

Dice que yo abandone, no tengo derechos

Una de las constantes frase que se escucha a diario en la narración del conflicto por las personas afectadas en una controversia. Regularmente se presenta con mayor frecuencia en las mujeres que en los hombres.

Ellos son los que les expresan a sus esposas, concubinas o unión libre; que por ella no trabajar, ni constar en ninguna factura o documento a su nombre, el hombre regularmente entiende que la madre de sus hijos, en las propiedades logradas en su relación son propia de este. Pero ese no es el tema.

Regresamos al titular de esta columna, en donde expone que las parejas de 10,15, 20, 25 años y padres de varios hijos e hijas; perdió sus derecho, ya que ella lo ha abandonado a él y a sus vástagos. Ella regularmente lo cree, porque sus amistades del barrio se lo confirman, “comadre usted no tiene nada en esa casa, en negocio o finca”.

Hasta en los profesionales de derecho confirman la información, que por cierto errada y muy errada. Los derechos inherentes a la persona. Solo desaparecen cuando fallece o los transfiere.

Ellas y muy pocos ellos, entienden que irse de la mejora, apartamento o vivienda sin notificar a una autoridad del ministerio publico, mediación o del Poder Judicial; sus esfuerzos en estas propiedades han sido en vano.

Las mujeres expresan que mejor aguantan los insultos, maltratos y violencia para no perder lo que con mucho esfuerzo ha logrado en el matrimonio o concubinato. O peor aún, se marcho y dejo al hombre con sus hijos e hijas; también en esa fase de su vida, este le maltilla la frase mencionada, casi en cada caso que escucho tanto en la solicitud como en el proceso de la mediación.

Les comento en estos casos, que solo oigo esa frase que tiene razón de ser, solo si es en relación a las personas menores de edad. Ellos y ellas, si tienen que ser vigilados y cuidados por sus padres. Dejar a un niño o niña solo en casa con candado o sin él, es el abandono más cruel de todo ser humano.

Además, han ocurrido incendios u otras situaciones, en la que por ese comportamiento de sus padres, han muerto. Las autoridades del ministerio público persiguen a los padres para someterlos a la justicia uno por descuido y otro por abandono.

De modo que el hecho de salir de un peligro de la casa, no es un delito. Todo lo contrario es una medida de seguridad para ella y sus hijos e hijas. Ninguna ley ni constitución de un país, contempla que para salvar la vida, la mujer tenga que perder derechos adquiridos. Tal vez puedo errar, favor disculparme.

La gente tiene poca orientación en relación a las propiedades que construyen o compran juntos y mucho menos las personas que las rodean. Propongo que algún organismo del Estado o de la sociedad civil, debería realizar una campaña en los medios de comunicación, para aclarar a la ciudadanía estas dudas que provoca en las personas preocupaciones que los lleva a situaciones psicosociales o a tomar medidas que atentan contra su vida y de los demás.

El esfuerzo de cada persona hay que respetarlo. En la mediación de eso se trata. Que cada cual razone y visualice que a mediano, corto y largo plazo, ella o él tienen razón en sus argumentos.

 Se destina dinero para proyectos sin sentido, creo que este debería ser uno para educar a las personas que salir de la casa no necesariamente, pierde sus derechos y mucho menos en las demás propiedades adquiridas en su relación de matrimonio o de concubinato.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.

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