Entre el río de sandeces que mandan por Internet recibí ayer un párrafo que me puso a cavilar. Lo traduzco del inglés:

“1) Hay abundancia de noticias internacionales desde República Dominicana.

2) El hermano del líder norcoreano Kim Jun-Un recientemente asesinado viajaba con un pasaporte dominicano emitido ilegalmente.

3) Una foto de un actor disfrazado de Trump fue publicada por un renombrado vespertino dominicano como si fuese del presidente.

4) La renuncia del principal asesor de seguridad nacional de Trump, el general retirado Michael Flynn, ocurrió tras revelarse que fue interceptada y grabada una llamada suya al embajador ruso en Washington realizada en su celular desde una playa dominicana mientras vacacionaba.

5) Trump envió a su hijo Eric a inspeccionar sus inversiones inmobiliarias en Cap Cana, creando tremendo escarceo ético.

6) Tras acordar una insignificante multa, Odebrecht parece continuará negociando con dependencias oficiales pese a su admisión de haber sobornado para sobrevaluar obras públicas”.

Pese a chiquitos estamos rindiendo como grandes aunque vergonzosamente. ¿Tendremos suficientes ganas y resolución para mejorar esto?