“Día por día”

“Día por día”

“Día por día”

La abrumadora impopularidad del cardenal López Rodríguez aún dentro de mi propia Iglesia me apena mucho, pues creo sinceramente que es un buen hombre con cortedad temperamental. Al juzgarlo, ahora que se retira como arzobispo de Santo Domingo, la cuestión no es cuánto lo aprecie, sino emplear métricas de aplicación universal para cuantificar y cualificar su desempeño y resultados. Sus atributos resaltantes no son virtudes cristianas; tampoco méritos extra-religiosos, tal pensar o escribir relevantemente. Hombres cojonudos y soberbios sobran.

Necesitamos más sacerdotes compasivos, tolerantes e inclusivos, como el papa Francisco. ¿Deja su diócesis mejor o peor que como la encontró? ¿Creció en números, calidad o prestigio el catolicismo? ¿Sus políticos preferidos fueron los más votados? ¿Sus periodistas favoritos los más prestigiosos o creíbles? ¿Sus causas merecían su vehemencia? ¿Unificó creyentes para algún bien colectivo? ¿Ejerció liderazgo moral? El recordado padre Robles, cuando López se quejó por tratarle protocolarmente, le dijo: “Déjame tratarte como Cardenal y quererte como Nicolás”.

El legado de nuestro príncipe encierra muchas valiosas lecciones. ¡Dóminus vobíscum, don Nicolás!



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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