El fracaso del marxismo obliga a re-evaluar si “anti-comunista” merece considerarse un insulto o motivo para demeritar al héroe recién fallecido don Antonio Imbert Barrera. Su viuda doña Giralda Busto, al despedirlo en su sepelio ayer, dijo:
“Estamos despidiendo a un gran hombre, hijo, esposo, padre, pero sobre todo, un amante de la libertad y de su patria”.
Su patriotismo vibra en cada letra de la carta dictada horas después del ajusticiamiento y recién divulgada por Miguel Guerrero.
Quizás lo superaba sólo su amor y devoción por su familia. Doña Giralda leyó un testamento moral de Imbert Barrera: “Si durante mi vida enfrenté los peores riesgos, que podían tomarse en nuestro querido país, y si mis familiares supieron darme cariño y respaldo, e incluso, exponer sus vidas por la mía, en mi muerte quiero que sigan dando esa demostración de cariño, siguiendo mis instrucciones.
Eviten, por todos los medios y por cualquier circunstancia, enojos, rencillas, discusiones o enfriamiento familiar por cualquier razón. Si así lo hicieran, que Dios los bendiga”. ¡Amén!