Joder es mal verbo para el periodismo pero describe perfectamente las acciones de los perdidos opositores que andan desacreditando la democracia dominicana inconformes por las elecciones.

Están muy ocupados gritando… Pero El Nacional del domingo reportó que el PRM y aliados “no impugnaron ni una sola de 15,708 mesas electorales”. Sí han protestado con violencia, hasta matando a tiros varias personas como el caso en que figura como requerido por la justicia el ex senador Rafael Alburquerque.

Y han dicho horrores, tantos que cualquier despistado les creería cuando piden dizque ¡anular las elecciones! Invocan auxilio foráneo pese al reconocimiento internacional del proceso y la coincidencia con reputadas encuestas.

Lo que no han hecho estos llorones es recurrir a la Ley Electoral, cuyo artículo 153 declara inadmisible alegar irregularidad o fraude si lo alegado no es consignado clara y precisamente por el delegado interesado en el acta electoral.

Quizás nuestra democracia sí necesita una profunda revisión: comenzando por exámenes psiquiátricos para tantos “líderes” sin votos, incapaces de civismo patriótico. ¡Cuánto penoso gadejo!