El lío interno del PLD por las candidaturas puede empeorar si el presidente Medina y el expresidente Fernández no logran contener cada uno a parciales y otros que no son líderes pero sí poderosos.

Un ejemplo es la Alcaldía del Distrito Nacional. Roberto Salcedo, que no ha sido de mis preferidos, ofrece al PLD la casi seguridad de repetir nueva vez si es candidateado.

Pese a cualquier pesar, Salcedo posee popularidad, una poderosa maquinaria política, carisma y está dispuesto a seguir. Cambiar a un ganador de esas condiciones sólo debería hacerse si quien tome su lugar garantiza más votos, mejor gestión o algún atributo extraño a Roberto.

Pero el aspirante a sustituirlo con más ímpetu dentro del PLD es casi desconocido para los votantes.
La mayor razón de su campaña es procurarle al senador Reinaldo Pared, secretario general del PLD, otra plataforma para sustentar su aspiración presidencial del 2020.

¿Dañarán lo seguro por capricho de Reinaldo? Mientras deciden, el peor daño electoral a Roberto lo están haciendo los mismos peledeistas…