Si me llevo de lo que escuché ayer tarde en una reperperosa emisora radial, los haitianos nos dieron paupáu en la reunión en Barahona entre el Presidente Medina y el señor Martelly.
Tanto tremendismo me hizo leer la declaración conjunta y pareció que los comentaristas hablaban de otro planeta.
Porque los seis puntos establecidos fueron 1) reunirse en 15 días para tratar del comercio, con representantes de la OMC y la Unión Europea;
2) el Presidente Medina visitará Haití;
3) ambos países apoyaran iniciativas de sus sectores privados en la frontera; 4) habrá comunicación, coordinación y mejor armonización de la repatriación de haitianos irregularmente emigrados aquí;
5) Haití nombrará un embajador nuevo aquí; y 6) el ministro Montalvo y la canciller en funciones haitiana dirigirán la comisión bilateral encargada de estos asuntos.
¿Qué de malo tiene comunicar, coordinar mejor y armonizar la deportación de haitianos como parte de nuestro soberano ejercicio de ordenar nuestra propia casa? ¿No pediríamos eso mismo a los gringos que deportan dominicanos? ¡Cuánto gadejo!