Es justificada la alharaca desatada por el contexto de las desconsideradas declaraciones del secretario general de la OEA.
Sus expresiones fueron malas no porque haya dicho o no lo atribuido, háyasele o no tergiversado, sino porque al ignorar la raíz o realidad de la fricción migratoria entre Haití y Santo Domingo, legitima indirectamente las falaces acusaciones haitianas.
Y el fondo del asunto es que Haití es un estado fallido intervenido por la ONU, cuyo “gobierno” expiró su término sin llamar a elecciones, incapaz pertinazmente de llevar un registro civil para documentar a sus propios ciudadanos.
La misma OEA posee un “Programa de Universalización de la Identidad Civil en las Américas (PUICA)” dizque para “asegurar el reconocimiento del derecho a la identidad civil de todas las personas en la región”.
¿No tendría más sentido práctico y político que los dominicanos averigüemos qué ha hecho la OEA al respecto? ¿Qué hace o ha hecho el PUICA en Haití? Sabrá Dios cuántos millones gasta ese PUICA quizás para nada…