“Día por día”

“Día por día”

“Día por día”

Al comentar hace unos meses sobre cómo a mi juicio la brecha entre pobres y ricos parece ser una de las peores maldiciones de la era contemporánea, me referí a una bacinilla fabricada para el conde de Warrington en la primera mitad del siglo XVIII cuyo precio es US$125,000.00.

Recibí llamadas de lectores dizque preocupados porque me ocupé de algo que creen tan vulgar como un recipiente de orina y heces para quienes dormían en habitaciones sin baño, como era usual hasta hace relativamente poco.

¿Es una vulgaridad hablar de bacinillas? Creo que no, aunque pagar el equivalente de cinco y medio millones de pesos por un artefacto tan particular quizás sí lo sea…

¿Cuántas dosis de salvíficas medicinas anti-diarreicas podrían comprarse con esa suma? ¿O cuantas letrinas podrían construirse en lugares donde no hay? Quizás lo vulgar no sea hablar de un inútil recipiente de deshechos humanos sino ver barbaridades sin indignarse…



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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