“Día por día”

“Día por día”

“Día por día”

La semana pasada varios haitianos ahorcaron colgando de un árbol a un compatriota suyo. Los habituales sospechosos y la cancillería haitiana pretenden, en base al caso, exigir al país más seguridad para los inmigrantes de Haití. Es una locura pues se trata de un crimen entre haitianos mismos.

Este absurdo me recordó una columna del ingeniero Pedro Delgado Malagón sobre cómo sería más justo que los cinco países más involucrados en asistir a Haití “tomen bajo su responsabilidad los costos de mitigar la orfandad material (también inmaterial) del pueblo de Toussaint”, incluida su seguridad. Si Estados Unidos, Francia, Canadá, Venezuela y nosotros, según población, economía, territorio y parámetros similares, fuéramos a repartir esa carga equitativamente, ¿cómo quedarían estos cinco amigos de Haití? Resulta que nadie ayuda más a Haití, nadie, que los dominicanos. Quien lo niegue miente de mala fe.

Como quienes exigen para los haitianos que están aquí lo que su propio gobierno es incapaz de darles allá: empleos, seguridad y documentos de identidad.



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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